Dr. Jorge A. Lera Mejía.
En el corazón de Ciudad Victoria, Tamaulipas, late un sentimiento de orgullo y pasión que trasciende las fronteras del fútbol. Me refiero al equipo 'Correcaminos UAT', el equipo que representa a la Universidad Autónoma de Tamaulipas, ha logrado últimamente algo más que victorias en el campo; ha unido a una comunidad entera bajo el estandarte del deporte más querido del país y de Tamaulipas. Estos triunfos, tanto dentro como fuera de su cancha, han inyectado valor y emoción no solo a los universitarios, sino también al gobernador Américo Villarreal Anaya, coml al rector Dámaso Anaya Alvarado, además a toda la población aficionada a este deporte en la región.
Las victorias de Correcaminos UAT no son solo números en un marcador; son momentos que se graban en la memoria colectiva de la comunidad. Cada gol anotado, cada defensa exitosa, y cada triunfo logrado es una fuente de inspiración para los estudiantes, profesores y aficionados que se sienten representados por el equipo. Estas victorias no solo reflejan la habilidad y el esfuerzo de los jugadores, sino también la pasión y el compromiso de los hinchas que los apoyan incondicionalmente.
Estas victorias tienen un impacto significativo en la vida universitaria. Fomentan un sentido de pertenencia y unidad entre los estudiantes, quienes se sienten orgullosos de llevar el nombre de su institución en alto.
Desde que inició el rectorado de Dámaso Anaya Alvarado, ha demostrado un compromiso con la institución y la comunidad. Su visión de una universidad humanista, que prioriza la educación de calidad y el ambiente participativo, se refleja en el apoyo que brinda a las actividades deportivas como parte integral del desarrollo estudiantil. El fútbol, en particular, es una herramienta poderosa para fomentar la unidad y el espíritu universitario.
Bajo su liderazgo, la universidad busca no solo destacarse en el ámbito académico, sino también en el deportivo. El apoyo a Correcaminos UAT es un ejemplo claro de cómo el deporte puede ser una fuerza unificadora que trasciende las aulas y llega a la comunidad en general.
La pasión de los aficionados en Ciudad Victoria es inigualable. Los partidos de Correcaminos UAT se convierten en eventos sociales que atraen a personas de todas las edades y procedencias. La emoción que se vive en el Estadio Olímpico Ing. Marte R. Gómez es palpable, y el grito de "¡Vamos Correcaminos!" se escucha en cada rincón de la ciudad. Esta pasión no solo es un reflejo del amor por el fútbol, sino también de la identidad y el orgullo que sienten los ciudadanos por su equipo y su universidad.
Esta pasión también contribuye, de alguna forma, al desarrollo económico y social de la región. Los partidos atraen visitantes, generan empleo y estimulan la economía local, lo que a su vez fortalece la comunidad. Eso lo saben tanto el gobernador cómo el rector universitario.
Las victorias de Correcaminos UAT no son solo un logro deportivo; son un legado que trasciende el fútbol. Representan la capacidad de una comunidad para unirse detrás de una causa común, para apoyar a sus propios y para celebrar el éxito con orgullo. En un mundo cada vez más globalizado, donde las identidades locales pueden perderse en la mezcla, Correcaminos UAT es un recordatorio poderoso de la importancia de las raíces y la comunidad.
Los triunfos de Correcaminos UAT son más que simples victorias en el campo de fútbol; son un símbolo de unidad, pasión y orgullo para toda la comunidad de Tamaulipas y de Ciudad Victoria. Estas victorias no solo inspiran a los universitarios y aficionados, sino que también reflejan el compromiso del gobernador Américo Villarreal Anaya y del rector Dámaso Anaya Alvarado con el desarrollo integral del estado de Tamaulipas y de la universidad, así cómo con la comunidad. El legado de Correcaminos UAT es un recordatorio constante del poder del deporte para unir y transformar vidas.